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Jesús orando en el huerto de los olivos
Muy Ilustre Cabildo de Nª Sra. la Virgen de la Amargura. Paso Blanco. | |
Grupo: | Grupo de la Oración en el huerto. |
Personaje: | Jesucristo. |
Objeto: | Estandarte. |
Imagen: | Cristo orando en el huerto de los olivos. |
Autor: | D. Emilio Felices Barnés (1879-1948). |
Primer desfile: | 25 de abril de 1922 (Viernes Santo). |
Ref. bíblica: | Mt. 26, 36. Mc. 14, 32. Lc. 22, 39-46. Jn. 18, 1 |
Nombre popular: | “La oración en el huerto”, “El paño de las flores”. |
Introducción histórica
Esta majestuosa obra iniciada por las damas del Coro de la Virgen de la Amargura por los años 1910-11, y que figura en el inventario de efectos del Coro con motivo de una asamblea celebrada el 28 de enero de 1913 donde se especifica, refiriéndose a él que se trata de un paño cuadrado de 1,43 metros de lado bordado en sedas representando a Jesús en oración y orlado por una cenefa de flores, es continuada en los años sucesivos; en el mes de septiembre de 1918 se concluye el bordado de la oración en el huerto, siendo en la junta del 2 de noviembre de 1918 donde se hace constar oficialmente que «se había terminado el paño de las flores», que representa a Jesús orando en el huerto de Getsemaní.
Esta obra de arte fue bordada en gran medida por la esposa de don Emilio Felices, doña Encarnación Iglesias García de Alcaraz donde también participaron de manera importante las señoras relacionadas más abajo[1].
Inicialmente, como es sabido, la obra iba destinada a ser el palio que figuraría sobre la imagen de la Virgen de la Amargura en el trono que se iba a fabricar para tal efecto. El Trono y el referido palio fueron estrenados el 25 de abril de 1922 en una plataforma con ruedas, sobre la que se situó en un bastidor vertical de barras plateadas. Dicha plataforma era empujada por dos reyes de armas de la Edad Media vestidos con dalmáticas.
La reunión, anteriormente citada, del 2 de noviembre de 1918 sirvió para tomar una gran determinación como la fue la de que debido al ahogo económico por el que pasaba el Paso Blanco, se decidió vender el paño de las flores. Esta decisión causó la dimisión de su director artístico y autor de la obra don Emilio Felices.
Tras largas discusiones y disparidad de criterios, sobre su venta o no, se llegó al acuerdo de que dicho paño se enviara a Madrid para exponerlo en el lugar que había sido concedido a dicho efecto por S.M. la reina Dª Victoria Eugenia. El estandarte fue llevado a Madrid entre finales de 1918 y principios de 1919. Con el anuncio de venta, pero sin precio y en el caso de que se llegase a ofrecer una cantidad suficiente para poder terminar los trabajos de bordado en el manto de la Virgen (motivo por el cual se pretendía su venta) «que se proceda a su venta».
Los testimonios que se tienen del hecho son francamente positivos, corroborando estos el de doña Carmen García Cerdá quien valorando en su medida todo el conjunto, consideraba que el techo no era el lugar más indicado para el paño de la Oración en el Huerto. Por el año 1921, y cambiada la idea de que el paño de las flores continuara formando parte del palio, se decide hacer con él un estandarte, para lo cual se borda la imagen de la Dolorosa de Tiziano como reverso sobre fondo morado. Fue realizada por don José Cánovas Hernández (1890-1961), siendo su bordado una verdadera obra de arte, en el que destaca la mantilla de la Virgen. Además, para su transformación, fue añadida una greca bordada en oro sobre seda en color blanco y rematada en pico en la parte baja. Esta ascienda por los laterales enmarcando todo el conjunto[2].
De esta forma, hay constancia de que el Viernes Santo 25 de abril de 1922, el Paso Blanco sacó en procesión el Paño de las Flores, convertido ya en estandarte, colocado en una plataforma con ruedas, sostenido por dos barras verticales y una horizontal, todas de plata. La plataforma era empujada por varias personas.
Figuró en varias exposiciones internacionales de arte, así como en la Exposición Universal de Sevilla en 1992.
[1] La mayor parte del paño fue bordada por doña Encarnación Iglesias García de Alcaraz. También participaron: doña Rosa Alcaraz Muñoz, doña Ramona Ballestero, doña Ana Díaz, doña Luisa Lillo, doña Ángela Morales Barnés, doña María O’Shea, doña Luisa Parra, doña Carmen Roldán Soler, doña Amalia Mazón Alcaraz, doña Dolores Plazas, doña Patrocinio Ballestero, Doña Bibiana Barberán, doña Mariana Cardona, doña Carmen Coronel, doña Soledad Parra, doña Ana García, doña Francisca López Miñarro, doña Francisca Martínez, doña Estrella Puche Felices, doña Soledad Ferra, doña Petra Bañeres, doña Angelina Juarros y, concretamente el espino y la peña, por doña Soledad Beltrán.
[2] Centenario de la Oración en el Huerto: maravilla del bordado Blanco. Pérez Rojas, Fco. J., Ros Perán, S. A., Mula Gómez, A. J., Molina Martínez, J. L., Martínez Rodríguez, A., Díaz Miñarro, S., Jiménez García, C., Fernández-Rufete Reverte, J., Cruz Pallarés, S., Fernández Aguirre, M. D., Montesinos Pérez-Chirinos, E. y Lorca Planes, J. M., Excmo. y Rvdmo. Monseñor.
Estandarte
Bordado con la técnica del punto corto, que no deja advertir las hebras de seda. Se tardó en realizarlo siete años.
Representa a Cristo orando en el huerto de los olivos.
Está orlado por una amplia cenefa de flores de impresionante colorido de donde recibe el sobrenombre de «el paño de las flores».
Su finalidad era la de utilizarlo como techo del palio en el trono de la Virgen de la Amargura pero, al conseguirse tal obra de arte, se preparó para ser mostrado como estandarte. Fue entonces cuando se le añadió la parte inferior rematada en pico y el bordado en oro de la cenefa. Trabajando, entre otras, en la elaboración, Dª Encarnación Iglesias, quien, más tarde, sería la esposa de D. Emilio Felices.
La imagen bordada reproduce el óleo de 1890 pintado por el insigne pintor Heinrich Hofmann (1824-1911) que se conserva en la iglesia Riverside de New York.
Referencias bíblicas
Mateo 26, 36-46:
Agonía en Getsemaní. Entonces fue Jesús con ellos a una granja llamada Getsemaní y dijo a los discípulos: “Sentaos aquí mientras voy a orar allá”. Y, tomando consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a sentir angustia. Y les dijo: “Triste está mi alma hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo”. Él, avanzando un paso más, cayó de bruces y oraba diciendo: “Padre mío, si es posible, que pase de mí este cáliz, mas no sea como yo quiero, sino como quieres tú”. Volvió a los discípulos, los encontró dormidos y dijo a Pedro: “¿Con que no habéis podido velar una hora conmigo? Velad y orad para que no caigáis en tentación. El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil”. De nuevo, por segunda vez se fue a orar, diciendo: “Padre mío, si no es posible que este cáliz pase sin que yo lo beba, hágase tu voluntad”. Y volviendo, los encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados. Los dejó y volvió a orar de nuevo, por tercera vez, repitiendo las mismas palabras. Después fue a los discípulos y les dijo: “¡Dormid ya y descansad! He aquí que llega la hora y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos. He aquí que el que me entrega llega ya”.
Marcos 14, 32-42:
Agonía en Getsemaní. Llegaron al huerto llamado Getsemaní y dijo a sus discípulos: “Quedaros aquí mientras voy a orar”. Tomó consigo a Pedro y a Santiago y a Juan y comenzó a sentir terror y abatimiento, y les dijo: “Triste está mi alma hasta la muerte; quedaos aquí y velad”. Y adelantándose él un poco, cayó en tierra y rogaba que, si era posible, pasara lejos de él aquella hora. Y decía: “¡Abba, Padre!, todo te es posible; aparta de mí este cáliz, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que quieres tú”. Volvió, los encontró durmiendo y dijo a Pedro: “¡Simón!, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora? Velad y orad para que no caigáis en tentación. El espíritu está dispuesto pero la carne es débil”. De nuevo se alejó y oró repitiendo las mismas palabras. Volviendo otra vez, los encontró dormidos, porque tenían los ojos cargados y no sabían qué responder. Volvió por tercera vez y les dijo:” ¡Dormid ya y descansad! ¡Se terminó! ¡Ha llegado la hora! He aquí que el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levantaos, vamos! He aquí que el que me entrega llega ya”.
Lucas 22, 39-46:
Agonía en Getsemaní. Salió y fue, según su costumbre, al monte de los olivos. Sus discípulos le acompañaban. Cuando llegó al lugar les dijo: “orad para no entrar en tentación”. El se apartó de ellos como un tiro de piedra, se arrodilló y se puso a orar, didiendo: “Padre, si quieres, aleja de mi este cáliz, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Y se le apareció un ángel del cielo confortándolo. Entró en agonía y oraba más intensamente; sudaba como gotas de sangre que corrían por el suelo. Levantose de la oración, fue a sus discípulos y los encontró dormidos por la tristeza. Y les dijo: “¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación”.
Juan 18, 1:
Prendimiento de Jesús. Dicho esto, se fue Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto, en el que entraron él y sus discípulos.
Bibliografía:
- Lario, S. M. (14 de abril de 2011). Cristo orando en el Huerto de los Olivos. La Verdad.
- Munuera Rico, D., Muñoz Clares, M., & Sánchez Abadía, E. (2005).
- Perspectivas de la Semana Santa de Lorca. (C. d. Cultura, S. General, & S. d. Estadísticas, Edits.) Lorca, Murcia, España: Editora regional de Murcia.
Pérez Rojas, F. J., Ros Perán, S. Á., Mula Gómez, A. J., Molina Martínez, J. L., Martínez Ridríguez, A., Díaz Miñarro, S., y otros. (2019). - Centenario de La Oración en el Huerto: Maravilla del bordado Blanco. (Primera edición ed., Vol. I). (M. I. Amargura, Ed.) Lorca, Murcia, España.
- Tudela Tudela, F. (1991). Las damas blancas del Paso Blanco. (P. d. Murcia, E. A. Lorca, C. d. Mediterráneo, C. d. Murcia, R. e. Rosario, & A. d. Amargura, Edits.) Lorca, Murcia, España.
- Sagrada Biblia.