Mostramos la historia de la Semana Santa de Lorca.
Desde muy antiguo la veneración mariana de la Soledad de Nuestra Madre la Santísima Virgen María tiene en Lorca gran predicamento, por su condición de ciudad fronteriza, ya que sus gentes, en constante peligro de guerra o de persecución, encontraban, según consta, piadoso consuelo en esta devoción a Nuestra Señora en su Soledad del Calvario.
Los sanjuanistas sacan desde este año de 1850 en la procesión de la Ilustre Archicofradía del Rosario, del Viernes Santo por la mañana, los elementos a que estaba obligado el antiguo Paso de Oficiales hasta que en 1852 solicitarán el reconocimiento de la nueva Hermandad esgrimiendo las mismas formalidades que utilizara el paso de nazarenos del Rosario del siglo XVIII.
Es durante esta década, casi treinta años después de la extinción de la archicofradía, que nace una nueva Hermandad de la Vera Cruz y Sangre de Cristo en el barrio de San Cristóbal. Su sede quedó constituida en el convento de San Diego, situado en un extremo del arrabal, cercano al cauce del río, que habían regido los franciscanos alcantarinos hasta la desamortización.
Hasta ocho de los diez años que componen esta década, exactamente los ocho primeros pasaron sin celebrarse procesiones. ¿Las causas? Podían ser varias: la sequía, que propiciaba malas cosechas, la situación de los industriales y comerciantes de la ciudad, la situación política que generaba crisis por las razones que fueran…
A título introductorio y tal y cómo se ha comentado en el capítulo anterior, desde 1878 en adelante fueron presentados en esta época el completo y acabado conjunto de sus pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento.
Cuando se acercan las fechas de la Semana Santa, no se puede hablar ni pensar en otra cosa que las magníficas procesiones de la ciudad, verdadera fiebre de los lorquinos.
Las procesiones y los beneficios de la lluvia. Se asegura que volverán a celebrarse este año de 1900 nuestras suntuosas procesiones de Semana Santa.
La etapa que se extiende desde finales de siglo XIX hasta la guerra civil se denomina La edad de oro del bordado. Así pues, estamos dentro de este periodo.
Durante esta década, y tras más de setenta años de existencia, desaparece la banda de música del Paso Azul. Al igual que hacía la banda del Paso Blanco, al desaparecer la azul, ocupa sus funciones la banda municipal de música.
El Paso Blanco estrena, en este año de 1930, la primera bandera bordada en oro y sedas. La cara bordada en seda fue realizada en el domicilio de la familia San Martín, en la calle Posada Herrera.
Tras la Guerra Civil, que supuso entre otras cosas, la pérdida de la mayor parte del patrimonio de las cofradías, tanto de bordados como de imaginería, los pasos centraron todos sus esfuerzos en reponer ese patrimonio.
La Semana Santa de Lorca ya es famosa por lo que tienen de originalidad y belleza los desfiles bíblicos que la constituyen en su mayor parte. En ellos se derrochan el arte y la riqueza.
Es al comienzo de esta década cuando el campo de Lorca comienza a mecanizarse y a disminuir de forma considerable el ganado equino que se utilizaba para estos trabajos. Esto obligó a las cofradías a recurrir a gente relacionada con el mundo del caballo de fuera de Lorca.
Durante 1970, y más concretamente el Domingo de Ramos, 22 de marzo, tuvo lugar en la capilla de San Francisco el sencillo pero emotivo acto de bendición del artístico y valioso manto que la Hermandad de la Curia, Paso Negro, ha ofrendado a su imagen titular, la Santísima Virgen de la Soledad.